Estaba un borracho en una esquina, cuando una mujer pasa caminando, el borracho la
observa y le dice:
¡Adiós fea!
La mujer indignada se da media vuelta y le dice:
¡Borracho!
El borracho con una sonrisa le dice:
Sí, pero a mí, mañana se me pasa.


Erase una vez, un borracho que abordó un autobús en el que viajaba mucha gente, y
parándose en el pasillo del autobús, procedió a decir:
Los de la derecha son unos tarados, los de la izquierda son unos idiotas, los de atrás
son unos imbéciles y los de enfrente son unos estúpidos. Cuando escuchó eso el
conductor, freno sorpresivamente, y toda la gente cayó al piso, incluyendo al
borracho, y muy enojado el chofer tomó al borracho por el cuello y le preguntó:
¡Ahora sí, dime, ¿Quiénes son unos tarados, unos idiotas, unos imbéciles y unos
estúpidos?
Y el borracho contestó:
Ya ni sé, ¡Están todos revueltos!


El borracho que llega tarde en la noche a su propia casa y empieza a gritar:
Reinita, ábreme la puerta que le traigo flores a la mujer más linda.
La mujer baja corriendo y abre la puerta y dice:
¿Dónde están las flores?
El borrachito contesta:
A ver, y dónde está la mujer más linda.


Un niño le pregunta a su padre muy interesado.
Papá, ¿Cómo se sabe que una persona está borracha?
Pues fácil hijo, ¿Ves esos dos hombres que vienen por ahí? ¡Si yo estuviera borracho
vería cuatro!
Papá, ¡Si solo viene uno!


Hay un borracho frente a la playa y grita desesperadamente:
¡Una ballena, una ballena!
Y todas las personas salen de la playa, luego viene el salvavidas, y pregunta:
¿Dónde, dónde está la ballena?
Y el borracho le dice:
No chico, es que se me cayeron dos botellas de ron, ¡Y una va llena!


Este era un señor muy borracho, que ya se le había hecho costumbre llegar a su casa
borrachísimo, su mujer muy enfadada le pone una trampa, se disfraza de satanás y se
esconde detrás de un sillón para asustarlo, el tipo llega, se sienta en el sillón, su
mujer sale y empieza a dar de gritos, el sin inmutarse le contesta:
¡No me asustas, estoy casado con tu hermana!


Un par de borrachos caminaban por la banqueta, cuando pasa junto a ellos una señora gorda
muy gorda, y uno de ellos le dice al otro:
¡Mira, ahí va un tanque!
La señora lo escuchó y le soltó un bolsazo en la boca, y el otro agrega:
¡Y es de guerra!



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