A finales del siglo XVIII las relaciones entre las colonias y España se volvían más difíciles ya que los efectos de las reformas borbónicas dejaban a un lado las aspiraciones de las colonias, lo que trajó como consecuencia que pensarán en la posibilidad de independizarse. A lo largo de tres siglos de dominación colonial, las protestas y rebeliones fueron constantes. En la economía el principal obstáculo erá el latifundio, contribuciones exageradas y prohibiciones para elaborar productos manufacturados. Los españoles controlaban los cargos importantes en la iglesia, economía, ejército y gobierno. En situación intermedia los criollos ocupaban cargos administrativos menores. Por ultimo estaban los indígenas y las castas en completa miseria y víctimas de constantes atropellos Con estas desigualdades, un creciente descontento fue preparando el terreno para iniciar la lucha independentista. Algunos criollos planeaban organizar la independencia. En 1810 en Querétaro, ante un ya evidente descontento, en casa del corregidor Miguel Domínguez y su esposa Josefa Ortiz de Domínguez, se reunía un grupo formado por Miguel Hidalgo y Costilla, los capitanes Ignacio Allende e Ignacio Aldama, entre otros, con el propósito de organizar la lucha. Sin embargo la conspiración fue descubierta y los acontecimientos se precipitaron, iniciando la lucha el 16 de septiembre de 1810. Las noticias sobre la insurrección se propagaron por toda la Nueva España. En la intendencia de Puebla, por los rumbos de Tehuacán la gente se reunía para leer La Gaceta y conocer los acontecimientos de la lucha recientemente iniciada, cobrando fuerza en 1811. En Zacatlán se formaron tropas a favor de la insurgencia coordinadas por José Francisco Osorno. El levantamiento armado pronto se extendió y otras regiones lo apoyaron: en la Bovedilla cerca de Huauchinango, libraron una batalla contra las fuerzas realistas de Saturnino Samaniego, en diciembre de 1811 José Ma. Morelos y Pavón llegó a Izúcar, donde Mariano Matamoros se incorporó al movimiento, apoyandolos Leonardo y Nicolás Bravo. Después de la derrota de los realistas, se encaminaron hacia Tepeaca y después a Tecamachalco. Morelos avisado de una partida realista ordenó a Nicolás Bravo trasladarse a San Agustín del Palmar, donde sorprendieron huestes realistas. Por este acontecimiento la población ahora se llama Palmar de Bravo. Después se encaminaron a la Hacienda de Ozumba, y al mismo tiempo la gente de Osorno recuperó Zacatlán, en donde se establecieron su centro de operaciones. Ante la amenaza al Congreso Nacional instalado en Chilpancingo por los realistas fue transladado s Tehuacán y la reinstalación fue encargada a Morelos, quien fue sorprendido en la ribera de Balsas, capturado y fusilado el 22 de diciembre de 1815. Iturbide en unión a los insurgentes acordaron los principios de independencia de nuestra patria, firmando un Plan de Iguala el 24 de Febrero de 1821, en el que se establecía: unidad religiosa, independencia para la Nueva España y La igualdad de los habitantes. Se formo el ejercito Trigarante, con Agustín de Iturbide como jefe. Este Plan se imprimió en la imprenta de Joaquín Furlong en Puebla. El ejercito Trigarante entró a Puebla el 2 de agosto de 1821 y a la Ciudad de México el 27 de septiembre del año, hecho que consumó la lucha libertaria de la nueva nación. Iniciado en 1822 hubo oposición sobre el establecimiento de la monarquía y el 24 de Febrero instalado el Congreso Constituyente, declaró que la soberanía de la nación residía en el mismo, causando división de opiniones. Iturbide inició un movimiento que lo llevaría a ser emperador de México. Después del pronunciamiento de Iturbide como emperador, la paz deseada no llegó, aumentando el descontento de la posición. Después de la guerra de Reforma , el presidente Benito Juárez decretó la suspensión de pagos durante tres años. Por su parte los conservadores querían quitar al gobierno liberal e invitaron a Maximiliano de Habsburgo a gobernar nuestro país, quien aceptó y ofreció su apoyo porque deseaba extender su imperio en América. Por ese motivo, y por la suspensión de pagos, Francia declaró la guerra a México. Así en 1862, el ejército francés llegó a México por Veracruz y de ahí avanzó hacia Puebla. Las fuerzas mexicanas constituían el cuerpo del Ejército de Oriente comandado por el Grl. Ignacio Zaragoza. Sumaban 5450 hombres que ocupaban los fuertes de Loreto y Guadalupe, Aranzazú, la Garita de Amozoc y la Plazuela de Román hasta el barrio de los Remedios. El ejército francés, formado por 5730 hombres, estaba al mando del general Lorencez quien, al estudiar la posición del ejército mexicano, decidió atacar sobre los fuertes de Loreto y Guadalupe, para dominar desde lo alto a la ciudad. La batalla comenzó a las 12 del día, anunciada con sendos cañonazos lanzados por ambos bandos. Por parte del enemigo, avanzaron 5000 hombres de norte a sur en línea recta, quienes al llegar a las faldas de Guadalupe, comenzaron a disparar hacia el fuerte, tratando de ascender a el. Ahí se encontraron con el 6o. Batallón Nacional de Puebla, integrado por indígenas de la sierra de Tetela, Xochiapulco y Zacapoaxtla quienes fueron los primeros que valerosamente se les enfrentaron, luchando cuerpo a cuerpo. Para reforzar a este batallón llegaron después los de Veracruz y Cazadores de Morelia, mientras que los Batallones de Michoacán y Toluca cubrían alas derecha e izquierda respectivamente. A las 12:30 hrs. Se había ganado la primera contienda al mando del general Negrete. Los franceses volvieron a reorganizarse en la llanura, donde intentaban seguir avanzando. Mientras el Grl. Zaragoza ordenó que sus tropas se situarán estratégicamente, cubriendo los cerros de Loreto, Guadalupe y el área central. De nuevo ambas fuerzas se enfrentaron y los soldados de Vicennes y los suavos se retiraron derrotados El ejército francés ya desorganizado, como último recurso marchó con 3000 hombres hacia el sur del cerro con objeto de entrar a la capital. Las fuerzas mexicanas se encontraban ya colocadas y la batalla se desarrolló desde las casas y la iglesia hasta que el enemigo huyó a su campamento. Sim embargo los franceses volvieron a atacar pero una tremenda granizada les impidió avanzar, así a las 16:45 hrs. Los franceses se retiraron a su campamento con sus tropas derrotadas. Fue así como se logro la derrota del enemigo, y el Grl. Zaragoza al rendir informe al Presidente Juárez, escribió "Las armas nacionales se han cubierto de gloria". En esta batalla participaron también los Grl. Miguel Negrete, Felipe Berriozábal y Porfirio Díaz, los coroneles: Antonio Alvarez, Juan N. Méndez y Francisco Lucas, estos dos últimos a la cabeza de los infantes de la Sierra Norte.